El comportamiento atípico de un panda puede deberse a varios factores, como problemas de salud, estrés ambiental, o una crianza inadecuada. Identificar la causa subyacente es crucial para implementar soluciones efectivas, que pueden incluir atención veterinaria, enriquecimiento ambiental para estimular su instinto natural, o ajustes en su manejo para reducir el estrés. El bienestar del panda debe ser la prioridad.